La citometría de flujo (CMF) es una técnica diagnóstica con probada utilidad en el diagnóstico, clasificación y evaluación de la respuesta al tratamiento de pacientes con hemopatías malignas. De hecho, en el momento actual el inmunofenotipo de las células tumorales determinado por citometría de flujo se ha convertido en un pilar fundamental en la clasificación diagnóstica de las diferentes hemopatías según la Organización Mundial de la Salud (en inglés “WHO”) o la Clasificación de consenso internacional (en inglés “ICC”). Además, su utilidad no solo se limita al área netamente clínica, sino que es una herramienta determinante en el ámbito de la investigación básica y traslacional.